2 Como se acercaban los días de la fiesta judía de las enramadas,
3 sus hermanos le dijeron:—Debes ir a Judea, para que tus seguidores puedan ver las grandes obras que haces.
4 Cuando uno quiere que todos lo conozcan, no hace nada en secreto. ¡Deja que todo el mundo sepa lo que haces!
5 Dijeron eso porque ni siquiera ellos le creían.
6 Pero Jesús les respondió:—Aún no ha llegado el momento de que todos sepan que soy el Hijo de Dios. Para ustedes, cualquier hora es buena.
7 La gente de este mundo no los odia a ustedes. Pero a mí me odia porque les digo que su conducta es mala.
8 Vayan ustedes a la fiesta; yo no iré, porque todavía no ha llegado el momento de que todos sepan quién soy yo.