43 Al terminar los días de la fiesta, sus padres regresaron a su casa; pero, sin que se dieran cuenta, Jesús se quedó en Jerusalén.
44 José y María caminaron un día entero, pensando que Jesús iba entre los compañeros de viaje. Después lo buscaron entre los familiares y conocidos,
45 pero no lo encontraron. Entonces volvieron a Jerusalén para buscarlo.
46 Al día siguiente encontraron a Jesús en el templo, en medio de los maestros de la Ley. Él los escuchaba con atención y les hacía preguntas.
47 Todos estaban admirados de su inteligencia y de las respuestas que daba a las preguntas que le hacían.
48 Sus padres se sorprendieron al verlo, y su madre le reclamó:—¡Hijo! ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado. Estábamos muy preocupados por ti.
49 Pero Jesús les respondió:—¿Y por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo estar en la casa de mi Padre?