1 Algunos de los fariseos y de los maestros de la Ley, que habían venido de Jerusalén, le preguntaron a Jesús:
2 —¿Por qué tus discípulos no siguen las costumbres que nuestros antepasados han practicado desde hace mucho tiempo? ¿Por qué no se lavan las manos antes de comer?
3 Jesús les dijo:—¿Y por qué ustedes desobedecen el mandamiento de Dios para obedecer sus propias costumbres?
4 Porque Dios dijo: “Obedezcan y cuiden a su padre y a su madre; la persona que maltrate a su padre o a su madre tendrá que morir.”
5-6 »Pero ustedes dicen que uno no desobedece a Dios si le dice a sus padres: “No puedo ayudarlos, porque prometí darle a Dios todo lo que tengo, incluyendo mi dinero.”»Ustedes no hacen caso de los mandamientos de Dios, con tal de seguir sus propias costumbres.
7 ¡Son unos hipócritas! Dios tenía razón cuando dijo por medio del profeta Isaías: