10 Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, toda la gente se alborotó, y decía:—¿Quién es este hombre?
11 Y los que venían con Jesús contestaban:—¡Es Jesús, el profeta! Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea.
12 Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, fue al templo y empezó a sacar a todos los que estaban vendiendo y comprando cosas. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también tiró los cajones de los que vendían palomas.
13 Y les dijo: «Dios dice en la Biblia: “mi casa será llamada: ‘Casa de oración’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.»
14 Luego algunos ciegos, y otros que no podían caminar, se acercaron a Jesús, y él los sanó.
15 Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se enojaron mucho al ver los milagros que él hacía, y al oír que los niños le gritaban alabanzas a Jesús, el Mesías.
16 Por eso le dijeron:—¿Acaso no oyes lo que estos niños están diciendo?Jesús les contestó:—Los oigo bien. ¿No recuerdan lo que dice la Biblia?:“Los niños pequeños,los que aún son bebés,te cantarán alabanzas.”