2 Reyes 14 DHHED

V. JUDÁ E ISRAEL HASTA LA DESTRUCCIÓN DE SAMARIA (14.1–17.41)

Amasías, rey de Judá

1 En el segundo año del reinado de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel, Amasías, hijo de Joás, comenzó a reinar en Judá.

2 Amasías tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veintinueve años. Su madre se llamaba Joadán, y era de Jerusalén.

3 Los hechos de Amasías fueron rectos a los ojos del Señor, aunque no tanto como los de su antepasado David; pues hizo lo mismo que su padre Joás,

4 y no se quitaron los santuarios paganos, en los que el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso.

5 Cuando Amasías se afirmó en el poder, mató a todos los oficiales que habían asesinado a su padre.

6 Pero no dio muerte a los hijos de los asesinos, pues, según lo escrito en el libro de la ley de Moisés, el Señor ordenó: “Los padres no podrán ser condenados a muerte por culpa de lo que hayan hecho sus hijos, ni los hijos por lo que hayan hecho sus padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado.”

7 Amasías fue aquel que mató a diez mil edomitas en el valle de la Sal, y conquistó Selá, y la llamó Jocteel, que es su nombre hasta el día de hoy.

8 Después de esto envió un mensaje a Joás, hijo de Joacaz y nieto de Jehú, rey de Israel, diciéndole: “Ven, y nos veremos las caras.”

9 Pero Joás le envió esta respuesta: “El cardo mandó a decir al cedro del Líbano: ‘Dale tu hija a mi hijo, para que sea su mujer.’ Pero una fiera pasó por allí y aplastó al cardo.

10 Tengo que reconocer que has derrotado a los edomitas y que eso te hace sentirte orgulloso. Muy bien, siéntete orgulloso; pero mejor será que te quedes en tu casa. ¿Por qué quieres provocar tu propia desgracia y la desgracia de Judá?”

11 Sin embargo, Amasías no le hizo caso. Entonces Joás se puso en marcha para enfrentarse con Amasías en Bet-semes, que está en territorio de Judá.

12 Y Judá fue derrotado por Israel, y cada cual huyó a su casa.

13 Joás, rey de Israel, hizo prisionero en Bet-semes a Amasías, rey de Judá, y luego se dirigió a Jerusalén, en cuyo muro abrió una brecha de ciento ochenta metros, desde la Puerta de Efraín hasta la Puerta de la Esquina.

14 Además se apoderó de todo el oro y la plata, y de todos los objetos que había en el templo del Señor y en los tesoros del palacio real. Y después de tomar a algunas personas como rehenes, regresó a Samaria.

15 El resto de la historia de Joás y de lo que hizo, así como de sus hazañas y de la guerra que sostuvo con Amasías, rey de Judá, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.

16 Cuando murió, lo enterraron en Samaria junto con los reyes de Israel. Después reinó en su lugar su hijo Jeroboam.

17 Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, vivió aún quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz y rey de Israel.

18 El resto de la historia de Amasías está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá.

19 En Jerusalén se había conspirado contra Amasías, el cual huyó a Laquis; pero le persiguieron hasta esa ciudad, y allí le dieron muerte.

20 Luego lo llevaron sobre un caballo y lo enterraron en Jerusalén con sus antepasados, en la Ciudad de David.

21 Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Azarías, y le hicieron rey en lugar de su padre Amasías. Azarías tenía entonces dieciséis años,

22 y él fue quien, después de la muerte de su padre, reconstruyó la ciudad de Elat y la recuperó para Judá.

Jeroboam II, rey de Israel

23 En el año quince del reinado de Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, comenzó a reinar en Israel, y reinó en Samaria cuarenta y un años.

24 Pero sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, pues no se apartó de ninguno de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.

25 Jeroboam volvió a establecer las fronteras de Israel, desde la entrada de Hamat hasta el mar del Arabá, tal como lo había anunciado el Señor, el Dios de Israel, por medio de su siervo Jonás, hijo de Amitai, profeta de Gat-héfer.

26 Porque el Señor se dio cuenta del amargo sufrimiento de Israel, del que nadie había escapado, y de que Israel no contaba con ninguna ayuda.

27 Entonces los salvó por medio de Jeroboam, hijo de Joás, pues aún no había decidido borrar de este mundo el nombre de Israel.

28 El resto de la historia de Jeroboam y de todo lo que hizo, así como de sus hazañas y de las guerras que emprendió, y de cómo recuperó Damasco y Hamat para Israel, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.

29 Cuando Jeroboam murió, lo enterraron con los reyes de Israel. Después reinó en su lugar su hijo Zacarías.

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