31 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén tres meses. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías, y era de Libná.
32 Pero sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, igual que los de sus antepasados.
33 El faraón Necao lo tuvo preso en Riblá, en la región de Hamat, para que no reinara en Jerusalén, y obligó al país a pagar un tributo de tres mil trescientos kilos de plata y treinta y tres kilos de oro.
34 Además, el faraón Necao puso como rey a Eliaquim, hijo de Josías, en lugar de su padre. Le cambió el nombre y le puso Joaquim, y a Joacaz lo tomó y lo llevó a Egipto, donde murió.
35 Joaquim entregó a Necao la plata y el oro que este exigía, para lo cual tuvo que imponer una contribución a la gente del país. Y cada uno pagó en plata y oro el impuesto que se le calculó, para entregárselo al faraón Necao.
36 Joaquim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Zebudá, hija de Pedaías, y era de Rumá.
37 Pero sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, igual que los de sus antepasados.