5 Entre vuestras tribus, el Señor escogerá un lugar como residencia de su nombre, y a ese lugar podréis ir a adorarle.
6 Allí sacrificaréis y quemaréis animales en su honor, y le llevaréis vuestros diezmos, contribuciones, promesas y ofrendas voluntarias, así como las primeras crías de vuestras vacas y ovejas.
7 Comeréis allí, delante del Señor vuestro Dios, y en compañía de vuestras familias os alegraréis del fruto de vuestro trabajo con que el Señor vuestro Dios os haya bendecido.
8 “Allí no haréis lo que ahora hacemos aquí, donde cada uno hace lo que mejor le parece.
9 Realmente todavía no habéis llegado al lugar tranquilo que el Señor vuestro Dios os va a dar en posesión.
10 Pero una vez que hayáis cruzado el Jordán y viváis en el país que él os va a entregar, y ya estéis libres de todos los enemigos que os rodean, y sin ningún temor,
11 entonces, en el lugar que el Señor vuestro Dios escoja como residencia de su nombre, le ofreceréis todo lo que os he ordenado: animales sacrificados y quemados en su honor, diezmos, contribuciones y todo lo más escogido de las promesas que hayáis hecho al Señor.