1 “Si aparece entre vosotros un profeta o visionario, y os anuncia una señal o un prodigio,
2 en caso de que se cumpla lo que os había anunciado y os diga: ‘¡Vamos y sigamos a otros dioses que no conocéis! ¡Vamos a rendirles culto!’,
3 no le hagáis caso. Porque el Señor vuestro Dios quiere poneros a prueba para saber si le amáis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
4 Seguid y honrad solo al Señor vuestro Dios; cumplid sus mandamientos, escuchad su voz y rendidle culto; vivid unidos a él.
5 Y ese profeta o visionario será condenado a muerte por haber aconsejado que os rebeléis contra el Señor vuestro Dios, que os libró de la esclavitud a que estabais sometidos en Egipto, y por tratar de que os apartéis del camino que el Señor vuestro Dios os ha ordenado seguir. Así acabaréis con el mal que haya entre vosotros.
6 “Si aun tu propio hermano, tu hijo o tu hija, tu esposa amada o tu más íntimo amigo, te empuja en secreto a dar culto a otros dioses que ni tú ni tus padres conocisteis,
7 como son los dioses de los pueblos que, cercanos o lejanos, os rodean de un extremo al otro de la tierra,