13 Y cuando lo despidas, no lo dejarás ir con las manos vacías,
14 sino que le darás animales de tu rebaño, y mucho trigo y vino; es decir, compartirás con él los bienes que el Señor tu Dios te haya dado.
15 No olvides que también tú fuiste esclavo en Egipto y que el Señor tu Dios te dio libertad. Por eso ahora te doy esta orden.
16 “Pero si tu esclavo dice que no quiere dejarte, porque siente cariño por ti y por tu familia y porque le tratas bien,
17 entonces tomarás un punzón y, arrimándole a la puerta de tu casa, le atravesarás la oreja; de esta manera será esclavo tuyo para siempre. Lo mismo harás si se trata de tu esclava.
18 No te parezca mal dejar en libertad a tus esclavos, pues durante seis años te han servido por la mitad de lo que tú habrías pagado a un jornalero; además, el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.
19 “Todo primer macho que nazca de tus vacas o de tus ovejas deberás consagrarlo al Señor tu Dios.“No hagas trabajar al primer ternerito de tus vacas ni esquiles al primer corderito de tus ovejas.