12 Pero al que actúe movido por la soberbia y desobedezca la decisión del sacerdote que está allí sirviendo al Señor, o la del juez, se le condenará a muerte. Así acabaréis con la maldad en Israel,
13 y cuando el pueblo lo sepa, tendrá miedo y dejará de hacer las cosas con soberbia.
14 “Si cuando hayáis entrado en el país que el Señor vuestro Dios os va a dar, y lo hayáis conquistado y viváis en él, decís: ‘Queremos tener un rey que nos gobierne, como lo tienen todas nuestras naciones vecinas’,
15 deberéis poner por rey de vuestra nación a aquel de vuestros compatriotas que el Señor vuestro Dios escoja. No pondréis por rey a un extranjero, a uno que no sea compatriota vuestro.
16 Pero ese rey no deberá adquirir muchos caballos, ni enviar gente a Egipto para aumentar su caballería, pues el Señor os ha dicho: ‘Nunca más volváis por ese camino.’
17 Tampoco deberá tener muchas mujeres, para que no se descarríe, ni adquirir grandes cantidades de oro y plata.
18 “Cuando el rey tome posesión del poder, mandará que le hagan una copia escrita de esta enseñanza, tomada del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas.