9 y poneos en contacto con los sacerdotes levitas y con el juez de turno para exponerles el caso. Ellos dictarán entonces la sentencia que corresponda al caso,
10 y vosotros la aplicaréis siguiendo al pie de la letra sus instrucciones.
11 Hacedlo todo tal y como ellos lo indiquen, aplicando la sentencia que dicten, sin introducir ningún cambio.
12 Pero al que actúe movido por la soberbia y desobedezca la decisión del sacerdote que está allí sirviendo al Señor, o la del juez, se le condenará a muerte. Así acabaréis con la maldad en Israel,
13 y cuando el pueblo lo sepa, tendrá miedo y dejará de hacer las cosas con soberbia.
14 “Si cuando hayáis entrado en el país que el Señor vuestro Dios os va a dar, y lo hayáis conquistado y viváis en él, decís: ‘Queremos tener un rey que nos gobierne, como lo tienen todas nuestras naciones vecinas’,
15 deberéis poner por rey de vuestra nación a aquel de vuestros compatriotas que el Señor vuestro Dios escoja. No pondréis por rey a un extranjero, a uno que no sea compatriota vuestro.