9 y vosotros haréis lo que es recto a los ojos del Señor y quitaréis de entre vosotros la culpa de esa muerte.
10 “Cuando presentéis batalla contra vuestros enemigos y el Señor vuestro Dios los haga caer prisioneros en vuestras manos,
11 si alguno de vosotros ve entre ellos una mujer hermosa y se enamora de ella y la toma por esposa,
12 deberá llevarla a su casa y hará que se rape la cabeza, se corte las uñas,
13 se quite el vestido que llevaba cuando cayó prisionera y se quede a vivir en casa de él, llorando a sus padres durante todo un mes. Después de esto, el israelita podrá entrar en relaciones con ella: él será su marido y ella será su mujer.
14 Si después resulta que no le gusta, podrá dejarla en libertad; pero no podrá venderla por dinero ni tratarla como esclava, ya que la ha deshonrado.
15 “Si un hombre tiene dos mujeres, y ama a una y a la otra no, pero las dos le dan hijos, y si el hijo primogénito es de la mujer a la que no ama,