14 Porque el Señor vuestro Dios anda entre vosotros, en el campamento, para protegeros y daros la victoria sobre vuestros enemigos; por lo tanto, vuestro campamento debe ser un lugar santo, para que Dios no vea ninguna cosa indecente en él, pues de lo contrario se apartaría de vosotros.
15 “Si un esclavo huye de su amo y os pide asilo, no lo entreguéis a su antiguo dueño.
16 Dejadle que se quede a vivir con vosotros en la ciudad que más le guste y en el lugar que él escoja, y nadie deberá molestarle.
17 “Ningún hombre ni mujer israelita se entregará a la prostitución practicada en cultos paganos.
18 No permitáis que en el templo del Señor vuestro Dios se pague una promesa con el dinero ganado en semejante clase de prostitución, porque esa práctica repugna al Señor.
19 “No exigiréis de un compatriota que os pague interés por el préstamo que le hayáis hecho, sea de dinero, de comestibles o de cualquiera de las cosas que se prestan cobrando interés.
20 Al extranjero podréis exigirle que os pague interés sobre un préstamo, pero no debéis hacerlo a un compatriota. Así el Señor vuestro Dios os bendecirá en todo lo que hagáis en el país que vais a ocupar.