14 No he comido nada de ello mientras estuve de luto o en estado de impureza, ni lo he ofrecido a los muertos. Señor, mi Dios, te he obedecido y he cumplido todo lo que me has ordenado.
15 Mira desde los cielos, desde tu santa mansión, y bendice a tu pueblo Israel y al país que nos has dado, donde la leche y la miel corren como el agua, tal como lo prometiste a nuestros antepasados.’
16 “El Señor tu Dios te manda hoy que pongas en práctica estas leyes y estos mandamientos; cúmplelos de todo corazón y con toda tu alma.
17 Tú has declarado hoy que el Señor es tu Dios, y has prometido seguir sus caminos y cumplir sus leyes, mandamientos y decretos, y obedecerle siempre.
18 También el Señor ha declarado hoy que tú, Israel, eres el pueblo de su propiedad, tal como te lo había prometido, y que cumplirás todos sus mandamientos.
19 Él va a hacer de ti una nación superior en gloria, fama y honor a las demás naciones que hizo, y serás, como él ha dicho, un pueblo consagrado al Señor tu Dios.”