54 Aun el hombre más delicado y amable entre vosotros mirará con malos ojos a su hermano, a su esposa amada y a los hijos que todavía le queden,
55 para no compartir con ellos la carne de sus hijos que él se coma. Y no habrá nada que comer durante el ataque a las ciudades, durante la horrible angustia que tu enemigo te hará sufrir en todas tus ciudades.
56 Aun la mujer más delicada y tierna entre vosotros, que de tan delicada no quería pisar descalza el suelo, mirará con malos ojos a su esposo amado y a sus hijos,
57 para no compartir con ellos los hijos que dé a luz y la placenta que salga de sus entrañas; todo ello se lo comerá a escondidas, pues no habrá nada que comer durante el ataque del enemigo a tus ciudades.
58 “Si no pones en práctica todas las instrucciones escritas en este libro, ni respetas este glorioso e imponente nombre del Señor tu Dios,
59 él enviará grandes y terribles plagas sobre ti y sobre tus descendientes, y enfermedades malignas e incurables.
60 Hará que se repitan sobre ti todas las plagas de Egipto, que tanto espanto te causaron, y tendrás que sufrirlas constantemente.