8 y vosotros os volveréis al Señor y le obedeceréis, y pondréis en práctica todos los mandamientos que yo os ordeno hoy.
9 Entonces el Señor os hará prosperar en todo lo que hagáis, y en hijos, crías de ganado y cosechas; sí, el Señor vuestro Dios volverá a complacerse en haceros bien, como antes se complacía en hacerlo a vuestros antepasados,
10 si es que obedecéis al Señor vuestro Dios y cumplís sus mandamientos y leyes escritos en este libro de la ley, y os volvéis a él con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
11 “Este mandamiento que hoy os doy no es demasiado difícil para vosotros ni está fuera de vuestro alcance.
12 No está en el cielo, para que se diga: ‘¿Quién puede subir al cielo por nosotros para que nos lo traiga, nos lo dé a conocer y lo pongamos en práctica?’
13 Tampoco está al otro lado del mar, para que se diga: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros, para que nos lo traiga, nos lo dé a conocer y lo pongamos en práctica?’
14 Al contrario, el mandamiento está muy cerca de vosotros; está en vuestros labios y en vuestro pensamiento, para que podáis cumplirlo.