11 cuando todos los israelitas se reúnan delante del Señor vuestro Dios en el lugar que él haya escogido, se leerá esta ley en presencia de todos ellos.
12 Todo el pueblo deberá reunirse, tanto los hombres como las mujeres, y los niños, y los extranjeros que vivan en vuestras ciudades, para que escuchen la lectura de la ley, aprendan a respetar al Señor vuestro Dios y pongan en práctica todo lo que se dice en ella.
13 Así vuestros hijos, que nada saben de ella, podrán también oirla y aprenderán a respetar al Señor vuestro Dios durante toda su vida en el país que vais a ocupar después de cruzar el Jordán.”
14 Luego el Señor dijo a Moisés:“Mira, ya se va acercando la hora de tu muerte. Así pues, llama a Josué y presentaos los dos en la tienda del encuentro, para que yo le dé mis órdenes.”Moisés y Josué fueron a la tienda del encuentro,
15 y allí se les apareció el Señor en una columna de nubes que se situó sobre la entrada de la tienda.
16 Entonces el Señor dijo a Moisés:“Ya pronto vas a morir, y este pueblo se corromperá con los dioses del país extranjero que va a ocupar; entonces me abandonará y romperá el pacto que he hecho con él.
17 Pero mi furor se encenderá contra ellos y los abandonaré; no me preocuparé de ellos para nada, y serán tantos los males y aflicciones que les vendrán, que dirán finalmente: ‘¿No será que estamos sufriendo estos males porque nuestro Dios ya no está con nosotros?’