8 El Señor os sacó de Egipto, donde erais esclavos, y con gran poder os libró del dominio del faraón, porque os ama y quiso cumplir la promesa que había hecho a vuestros antepasados.
9 Reconoced, pues, que el Señor vuestro Dios es el Dios verdadero, que cumple fielmente su pacto generación tras generación con los que le aman y cumplen sus mandamientos,
10 pero que destruye a aquellos que le odian, dándoles su merecido. ¡Sin tardanza da su merecido a los que le odian!
11 Cumplid, pues, los mandamientos, leyes y decretos que en este día os ordeno que pongáis en práctica.
12 “Si después de haber escuchado estos decretos, los cumplís y los ponéis en práctica, entonces el Señor vuestro Dios cumplirá fielmente su pacto y la promesa que hizo a vuestros antepasados.
13 Os amará, os bendecirá y os hará crecer en número; bendecirá a vuestros hijos, y vuestras cosechas, vuestro trigo, vuestro vino y vuestro aceite, y las crías de vuestro vacas y ovejas, en el país que a vuestros antepasados juró que os daría.
14 Seréis bendecidos más que todos los pueblos; no habrá entre vosotros mujer que no pueda concebir hijos ni hombre que no pueda engendrarlos, ni tampoco entre vuestros ganados habrá machos ni hembras estériles.