14 Así que tú, Jeremías, no ores en favor de este pueblo; no me ofrezcas oraciones ni súplicas por ellos, porque no voy a escucharlos cuando me pidan ayuda en medio de la calamidad.
15 “¿Qué busca Israel, mi amada, en mi templo,después de haber hecho tantas cosas malas?¿Acaso la grasa y la carne de los sacrificiosalejarán de ti la desgracia,y así podrás escapar?
16 El Señor te llamaba olivo frondosocargado de hermosos frutos;pero en medio de fuertes truenosprendió fuego a tus hojas,y arden ahora tus ramas.
17 “Yo, el Señor todopoderoso, que lo planté, he ordenado la calamidad contra él por causa de las maldades que Israel y Judá han cometido, pues me han ofendido ofreciendo incienso a Baal.”
18 El Señor me hizo saber que mis enemigos estaban tramando algo malo. Él me abrió los ojos, para que me diera cuenta.
19 Yo estaba tranquilo, como un cordero que llevan al matadero, sin saber que estaban haciendo planes contra mí. Decían: “Cortemos el árbol ahora que está en todo su vigor; arranquémoslo de este mundo de los vivientes, para que nadie vuelva a acordarse de él.”
20 Pero tú, Señor todopoderoso,eres un juez justo;tú conoces hasta lo más íntimo del hombre.Hazme ver cómo castigas a esa gente,pues he puesto mi causa en tus manos.