Jeremías 52 DHHED

IV. APÉNDICE HISTÓRICO: LA CAÍDA DE JERUSALÉN (52.1-34)

Reinado de Sedequías

1 Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías, y era de Libná.

2 Pero sus hechos fueron malos a los ojos del Señor, igual que los de Joaquim.

3 Por eso el Señor se enojó con Jerusalén y con Judá, y los echó de su presencia.Después Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

Caída de Jerusalén

4 El día diez del mes décimo del año noveno del reinado de Sedequías, el rey Nabucodonosor marchó con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió. Acampó frente a ella, y a su alrededor construyó rampas para atacarla.

5 La ciudad estuvo sitiada hasta el año once del reinado de Sedequías.

6 El día nueve del mes cuarto de aquel año aumentó el hambre en la ciudad, y la gente no tenía ya nada que comer.

7 Entonces hicieron un boquete en las murallas de la ciudad, y aunque los caldeos la tenían sitiada, el rey y todos los soldados huyeron de la ciudad durante la noche. Salieron por la puerta situada entre las dos murallas, por el camino de los jardines reales, y tomaron el camino del valle del Jordán.

8 Pero los soldados caldeos persiguieron al rey Sedequías y lo alcanzaron en la llanura de Jericó. Todo su ejército lo abandonó y se dispersó.

9 Los caldeos capturaron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, que estaba en Riblá, en el territorio de Hamat. Allí Nabucodonosor dictó sentencia contra Sedequías,

10 y en presencia de este mandó degollar a sus hijos y a todos los nobles de Judá.

11 En cuanto a Sedequías, mandó que le sacaran los ojos y que lo encadenaran para llevarlo a Babilonia, donde estuvo preso hasta que murió.

Destrucción del templo

12 El día diez del mes quinto del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, Nebuzaradán, ministro del rey y comandante de la guardia real, llegó a Jerusalén

13 e incendió el templo, el palacio real y todas las casas de la ciudad, especialmente las casas de todos los personajes notables;

14 y el ejército caldeo que le acompañaba derribó las murallas que rodeaban Jerusalén.

15 Luego Nebuzaradán llevó desterrados a Babilonia tanto a los que aún quedaban en la ciudad como a los que se habían puesto del lado del rey de Babilonia, y al resto de los artesanos.

16 Solo dejó a algunos de entre la gente más pobre, para que cultivasen los viñedos y los campos.

17 Los caldeos hicieron pedazos los objetos de bronce que había en el templo: las columnas, las bases y la enorme pila para el agua, y se llevaron todo el bronce a Babilonia.

18 También se llevaron los ceniceros, las palas, las tenazas, los tazones, los cucharones y todos los utensilios de bronce para el culto.

19 Igualmente, el comandante de la guardia se llevó todos los objetos de oro y plata: las palanganas, los braseros, los tazones, los ceniceros, los candelabros, los cucharones y las copas para las ofrendas de vino.

20 Por lo que se refiere a las dos columnas, la enorme pila para el agua con los doce toros de bronce que la sostenían y las bases que el rey Salomón había mandado hacer para el templo, su peso no podía calcularse.

21 Cada columna tenía más de ocho metros de altura y unos cinco metros y medio de circunferencia; eran huecas por dentro, y el grosor del bronce era de siete centímetros.

22 Cada columna tenía en su parte superior un capitel de bronce de más de dos metros de altura, alrededor del cual había una rejilla toda de bronce, adornada con granadas. Las dos columnas eran iguales.

23 En la rejilla de cada capitel había cien granadas, de las que noventa y seis estaban a la vista.

Los judíos, conducidos al destierro

24 El comandante de la guardia apresó también a Seraías, sumo sacerdote, a Sofonías, sacerdote que le seguía en dignidad, y a los tres guardianes del umbral del templo.

25 De la gente de la ciudad apresó al oficial que mandaba las tropas, a siete hombres del servicio personal del rey que se encontraron en la ciudad, al funcionario militar que reclutaba hombres para el ejército y a sesenta ciudadanos notables que estaban en la ciudad.

26-27 Nebuzaradán llevó a todos estos ante el rey de Babilonia, que estaba en Riblá, en el territorio de Hamat. Allí el rey de Babilonia mandó que los mataran.Así pues, el pueblo de Judá fue desterrado de su país.

28 Este es el número de personas que fueron desterradas por Nabucodonosor: a los siete años de su reinado desterró a tres mil veintitrés personas de Judá;

29 en el año dieciocho desterró a ochocientas treinta y dos de Jerusalén,

30 y en el año veintitrés de Nabucodonosor, Nebuzaradán, comandante de la guardia, llevó al destierro a setecientas cuarenta y cinco de Judá. Fueron, pues, en total, cuatro mil seiscientas las personas desterradas.

Liberación de Joaquín en Babilonia

31 El día veinticinco del mes doce del año treinta y siete del destierro del rey Joaquín de Judá, comenzó a reinar Evil-merodac en Babilonia. Este rey se mostró bondadoso con Joaquín: lo sacó de la cárcel,

32 lo trató bien y le dio preferencia sobre los otros reyes que estaban con él en Babilonia.

33 De esta manera, Joaquín pudo quitarse la ropa que usaba en la prisión y comer con el rey por el resto de su vida.

34 Además, durante toda su vida, hasta que murió, Joaquín recibió una pensión diaria de parte del rey de Babilonia.

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