7 Por eso el Señor se enfureció contra ellos y los entregó al poder de los filisteos y de los amonitas.
8 Desde entonces, y durante dieciocho años, los filisteos y los amonitas oprimieron cruelmente a todos los israelitas que vivían en Galaad, al otro lado del Jordán, en territorio amorreo.
9 Los amonitas cruzaron el Jordán para pelear también contra las tribus de Judá, Benjamín y Efraín, y los israelitas se vieron en muy grave apuro.
10 Entonces pidieron ayuda al Señor, diciendo: “Dios nuestro, hemos pecado contra ti, pues te hemos abandonado para adorar a falsos dioses.”
11 El Señor les contestó: “Vosotros fuisteis oprimidos por los egipcios, los amorreos, los amonitas, los filisteos,
12 los sidonios, los amalecitas y los madianitas; y cuando clamasteis a mí, yo os salvé.
13 A pesar de eso me habéis abandonado para ir a adorar a otros dioses; así que no volveré a salvaros.