3 Por eso, di a la gente que cualquiera que tenga miedo puede irse a su casa.”De este modo Gedeón los puso a prueba, y se fueron veintidós mil hombres, quedándose diez mil.
4 Pero el Señor insistió: “Son muchos todavía. Llévalos a tomar agua, y allí yo los pondré a prueba y te diré quiénes irán contigo y quiénes no.”
5 Gedeón llevó entonces a la gente a beber agua, y el Señor le dijo: “Separa a los que beban agua con las manos lamiéndola como perros, de aquellos que se arrodillen para beber.”
6 Los que bebieron agua llevándola con las manos a la boca y lamiéndola como perros fueron trescientos. Todos los demás se arrodillaron para beber.
7 Entonces el Señor dijo a Gedeón: “Con esos trescientos hombres voy a salvaros y a derrotar a los madianitas. Todos los demás pueden irse.”
8 Gedeón mandó entonces que todos los demás regresaran a sus tiendas; pero antes de que se fueran les recogió los cántaros y los cuernos de carnero. Tan solo se quedó con los trescientos hombres escogidos, acampando más arriba de los madianitas, que estaban en el valle.
9 Aquella noche el Señor ordenó a Gedeón: “Levántate y baja a atacar a los madianitas, pues los voy a entregar en tus manos.