6 Después se reunieron todos los de Siquem y de Bet-miló junto a la encina y la piedra sagrada que había en Siquem, y nombraron rey a Abimélec.
7 Cuando Jotam lo supo, subió al monte Guerizim, y desde allí gritó muy fuerte, para que todos le oyeran:–¡Oídme bien, hombres de Siquem! ¡Y así Dios os oiga a vosotros!
8 ‘En cierta ocasión los árboles quisieron tener rey, y pidieron al olivo que fuera su rey.
9 Pero el olivo les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar aceite, el cual sirve para honrar tanto a los hombres como a Dios.
10 ‘Entonces los árboles pidieron a la higuera que fuera su rey.
11 Pero la higuera les dijo que no, pues para ser rey de los árboles tendría que dejar de dar sus dulces y sabrosos higos.
12 ‘Entonces los árboles pidieron a la vid que fuera su rey.