1 ¡Ay de mí! Soy como el que rebuscadespués de la cosechay ya no encuentra ni uvas ni higos,los frutos que querría comer.
2 Ya no quedan en el mundohombres rectos ni fieles a Dios;todos esperan el momentode actuar con violencia,y los unos a los otros se tienden trampas.
3 Son maestros en hacer lo malo:los funcionarios exigen recompensas,los jueces se dejan sobornary los poderosos hacen lo que se les antojay pervierten la ciudad.
4 El mejor de ellos es como un espino;el más honrado, como una zarza.Pero viene el día de ajustar las cuentas,el día que te anunció el centinela.Entonces reinará la confusión entre ellos.
5 No creas en la palabra de tu prójimoni confíes en ningún amigo;cuídate incluso de lo que hables con tu esposa.
6 Porque los hijos tratan con desprecio a los padres,las hijas se rebelan contra las madresy las nueras contra las suegras,y los enemigos de cada uno son sus propios parientes.
7 Pero yo esperaré en el Señor;pondré mi esperanza en Dios mi salvador,porque él me escuchará.
8 Nación enemiga mía, no te alegres de mi desgracia,pues aunque caí, voy a levantarme;aunque me rodee la oscuridad,el Señor es mi luz.
9 He pecado contra el Señory por eso soportaré su enojo;mientras tanto, él juzgará mi causay me hará justicia.El Señor me llevará a la luz,me hará ver su victoria.
10 También la verá mi enemiga,y eso la cubrirá de vergüenza.Ella me decía: “¿Dónde está el Señor tu Dios?”,pero ahora tendré el gusto de verlapisoteada como a barro de las calles.
11 Jerusalén, ya viene el díaen que tus muros serán reconstruidosy tus límites ensanchados.
12 Ya viene el díaen que acudirán a ti de todas partes:desde Asiria hasta Egipto,desde el Nilo hasta el Éufrates,de mar a mar y de monte a monte.
13 La tierra será convertida en desiertopor culpa de sus habitantes,como fruto de su maldad.
14 ¡Cuida, Señor, de tu pueblo,de las ovejas de tu propiedad,que están solas en el bosque,rodeadas de fértiles tierras!Llévalas, como en tiempos pasados,a los pastos de Basán y Galaad.
15 Hazles ver maravillas,como en los días en que las sacaste de Egipto.
16 ¡Que las otras naciones también las vean,y se cubran de vergüenzaa pesar de todo su poder!¡Que se queden mudas y sordas!
17 ¡Que muerdan el polvo como las serpientesy como los demás reptiles!¡Que salgan temblando de sus nidos,y que llenas de miedo recurrana ti, el Señor nuestro Dios!
18 No hay otro Dios como tú,porque tú perdonas la maldady olvidas las rebelionesde este pequeño resto de tu pueblo.Tú nos muestras tu amory no mantienes por siempre tu enojo.
19 Ten otra vez compasión de nosotrosy sepulta nuestras maldades.Arroja nuestros pecadosa lo profundo del mar.
20 ¡Mantén, Señor, la fidelidad y el amorque en tiempos antiguos prometistea nuestros antepasados Abraham y Jacob!