15 Por eso mi furor se ha encendido contra esas naciones despreocupadas que, cuando yo estaba un poco enojado, ayudaron a agravar la maldad.
16 Por lo tanto, yo, el Señor, digo: Ahora me he vuelto con compasión a Jerusalén, y haré que el templo y toda la ciudad sean reconstruidos.’ ”
17 El ángel me dijo además: “Anuncia también esto: ‘El Señor todopoderoso dice: Yo haré que mis ciudades prosperen mucho otra vez; daré nuevo aliento a Sión y proclamaré de nuevo a Jerusalén como mi ciudad elegida.’ ”
18 Tuve otra visión, en la que vi aparecer cuatro cuernos.
19 Pregunté al ángel que estaba hablando conmigo qué significaban aquellos cuernos, y él me contestó: “Estos cuernos representan el poder de los que han dispersado por todas partes a los habitantes de Judá, Israel y Jerusalén.”
20 Después el Señor me hizo ver a cuatro herreros.
21 Yo pregunté: “¿A qué han venido estos herreros?” Y él me contestó: “Así como esos cuernos representan a aquellos que dispersaron a Judá de modo que nadie podía levantar cabeza, estos herreros han venido a hacer temblar de espanto y a cortar los cuernos a las naciones que, dando cornadas a Judá, dispersaron a sus habitantes.”