16 Y ahora, ¿acaso me he vuelto vuestro enemigo, solo por haberos dicho la verdad?
17 Esa gente tiene mucho interés por vosotros, pero sus intenciones no son buenas. Lo que quieren es apartaros de nosotros para que luego os intereséis por ellos.
18 Claro está que es bueno interesarse por los demás, pero con buenas intenciones. Y así ha de ser siempre, y no solamente mientras estoy entre vosotros.
19 Hijitos míos, otra vez sufro dolores por vosotros, como los dolores de parto de una madre. Y seguiré sufriéndolos hasta que Cristo se forme en vosotros.
20 ¡Ojalá estuviera yo ahí ahora mismo para hablaros de otra manera, pues no sé qué pensar de vosotros!
21 Decidme una cosa: los que queréis someteros a la ley de Moisés, ¿acaso no habéis escuchado lo que dice esa ley?
22 Pues dice que Abraham tuvo dos hijos: uno de una esclava y el otro de su propia esposa, que era libre.