45 Al ver lo que Jesús había hecho, creyeron en él muchos de los judíos que habían ido a acompañar a María.
46 Pero algunos fueron a contar a los fariseos lo hecho por Jesús.
47 Entonces los fariseos y los jefes de los sacerdotes, reunidos con la Junta Suprema, dijeron:–¿Qué haremos? Este hombre está haciendo muchas señales milagrosas.
48 Si le dejamos seguir así, todos van a creer en él, y las autoridades romanas vendrán y destruirán nuestro templo y nuestra nación.
49 Pero uno de ellos llamado Caifás, sumo sacerdote aquel año, les dijo:–Vosotros no sabéis nada.
50 No os dais cuenta de que es mejor para vosotros que muera un solo hombre por el pueblo y no que toda la nación sea destruida.
51 Pero Caifás no habló así por su propia cuenta, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, dijo proféticamente que Jesús había de morir por la nación judía,