18 Por eso salió la gente al encuentro de Jesús, porque se habían enterado de la señal milagrosa hecha por él.
19 Pero los fariseos se decían unos a otros:–Ya veis que así no conseguiremos nada. ¡Mirad, todo el mundo le sigue!
20 Entre la gente que había ido a Jerusalén a adorar a Dios en la fiesta, había algunos griegos.
21 Estos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida, un pueblo de Galilea, y le rogaron:–Señor, queremos ver a Jesús.
22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y los dos fueron a contárselo a Jesús.
23 Jesús les dijo:–Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.
24 Os aseguro que si un grano de trigo no cae en la tierra y muere, seguirá siendo un solo grano; pero si muere, dará fruto abundante.