13 Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre que está en el cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!”
14 Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre. Cuando el demonio salió, el mudo comenzó a hablar. La gente se quedó asombrada,
15 aunque algunos dijeron:–Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre poder para expulsarlos.
16 Otros, para tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo.
17 Pero él, que sabía lo que estaban pensando, les dijo:–Todo país dividido en bandos enemigos se destruye a sí mismo, y sus casas se derrumban una tras otra.
18 Así también, si Satanás se divide contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su poder? Digo esto porque afirmáis que yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú.
19 Pues si yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú, ¿quién da a vuestros seguidores el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos demuestran que estáis equivocados.