2 Mejor le sería que lo arrojasen al mar con una piedra de molino atada al cuello, que hacer caer en pecado a uno de estos pequeños.
3 ¡Tened cuidado!“Si tu hermano te ofende, repréndele; pero si cambia de actitud, perdónale.
4 Aunque te ofenda siete veces en un día, si siete veces viene a decirte: ‘No volveré a hacerlo’, debes perdonarle.”
5 Los apóstoles pidieron al Señor:–Danos más fe.
6 El Señor les contestó:–Si tuvierais fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podríais decirle a esta morera: ‘Desarráigate de aquí y plántate en el mar’, y el árbol os obedecería.
7 “Si uno de vosotros tiene un criado que regresa del campo después de haber estado arando o cuidando el ganado, ¿acaso le dice: ‘Pasa y siéntate a comer’?
8 No, sino que le dice: ‘Prepárame la cena y estáte atento a servirme mientras como y bebo. Después podrás tú comer y beber.’