8 Jesús les contestó:–Entonces tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
9 Luego comenzó Jesús a hablar a la gente contando esta parábola: “Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos labradores y emprendió un largo viaje.
10 A su debido tiempo, mandó un criado a pedir a los labradores la parte de cosecha que le correspondía; pero ellos le golpearon y lo enviaron con las manos vacías.
11 Entonces el dueño mandó otro criado; pero también a este lo insultaron, le golpearon y lo enviaron con las manos vacías.
12 Volvió a mandar otro, pero los labradores también le hirieron y lo echaron fuera.
13 “Finalmente, el dueño de la viña dijo: ‘¿Qué haré? Mandaré a mi hijo, que me es tan querido. Seguramente lo respetarán.’
14 Pero cuando los labradores le vieron, se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero: matémoslo y la viña será para nosotros.’