18 Los que sufrían a causa de espíritus impuros, también quedaban sanados.
19 Así que toda la gente quería tocar a Jesús, porque los sanaba a todos con el poder que de él salía.
20 Jesús miró a sus discípulos y les dijo:“Dichosos vosotros los pobres, porque el reino de Dios os pertenece.
21 “Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis satisfechos.“Dichosos los que ahora lloráis, porque después reiréis.
22 “Dichosos vosotros cuando la gente os odie, cuando os expulsen, cuando os insulten y cuando desprecien vuestro nombre como cosa mala, por causa del Hijo del hombre.
23 Alegraos mucho, llenaos de gozo en aquel día, porque recibiréis un gran premio en el cielo; pues también maltrataron así sus antepasados a los profetas.
24 “Pero ¡ay de vosotros los ricos, porque ya habéis tenido vuestra alegría!