33 Los demonios salieron entonces del hombre y entraron en los cerdos, y estos echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y se ahogaron.
34 Al ver lo sucedido, los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y fueron a contarlo en el pueblo y por los campos.
35 La gente salió a ver lo que había pasado. Y cuando llegaron a donde estaba Jesús, encontraron sentado a sus pies, vestido y en su cabal juicio, al hombre de quien habían salido los demonios; y tuvieron miedo.
36 Los que habían visto lo sucedido, les contaron cómo había sido curado aquel endemoniado.
37 Toda la gente de la región de Gerasa comenzó entonces a rogar a Jesús que se marchara de allí, porque tenían mucho miedo. Así que Jesús entró en la barca y se fue.
38 El hombre de quien habían salido los demonios le rogó que le permitiera ir con él, pero Jesús le ordenó que se quedase. Le dijo:
39 –Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti.El hombre se fue y contó por todo el pueblo lo que Jesús había hecho por él.