28 Pero si yo expulso a los demonios por el poder del Espíritu de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros.
29 “¿Cómo podrá entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si antes no lo ata? Solamente así podrá robárselos.
30 “El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama.
31 “Por eso os digo que Dios perdonará a los hombres todos los pecados y todo lo malo que digan, pero no les perdonará que con sus palabras ofendan al Espíritu Santo.
32 Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre; pero a quien hable contra el Espíritu Santo no le perdonará ni en este mundo ni en el venidero.
33 “O dais por bueno el árbol y por bueno el fruto, o dais por malo el árbol y por malo el fruto, pues por el fruto se conoce el árbol.
34 ¡Raza de víboras!, ¿cómo podéis decir cosas buenas, si sois malos? ¡De lo que rebosa el corazón, habla la boca!