15 Pues la mente de este pueblo está embotada:son duros de oídoy han cerrado sus ojos,para no ver ni oir,para no entender ni volverse a míy que yo los sane.’
16 “Pero dichosos vosotros, porque tenéis ojos que ven y oídos que oyen.
17 Os aseguro que muchos profetas y gente buena desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; desearon oir lo que vosotros oís, y no lo oyeron.
18 “Oíd, pues, lo que significa la parábola del sembrador:
19 Los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden, son como la semilla que cayó en el camino; viene el maligno y les quita el mensaje sembrado en su corazón.
20 La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y al pronto lo reciben con gusto,
21 pero, como no tienen raíces, no pueden permanecer firmes: cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fracasan en su fe.