31 Jesús les contó también esta parábola: “El reino de los cielos se puede comparar a una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo.
32 Es sin duda la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha crecido es más grande que las otras plantas del huerto; llega a hacerse como un árbol entre cuyas ramas van a anidar los pájaros.”
33 También les contó esta parábola: “El reino de los cielos se puede comparar a la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para que toda la masa fermente.”
34 Jesús habló de todo esto a la gente por medio de parábolas, y sin parábolas no les hablaba,
35 para que se cumpliera lo que había dicho el profeta:“Hablaré por medio de parábolas;diré cosas que han estado en secretodesde la creación del mundo.”
36 Jesús despidió a la gente y entró en la casa. Sus discípulos se acercaron a él y le pidieron que les explicase la parábola de la mala hierba en el campo.
37 Él les repondió: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre,