43 Entonces, aquellos que cumplen lo ordenado por Dios brillarán como el sol en el reino de su Padre. Los que tienen oídos, oigan.
44 “El reino de los cielos se puede comparar a un tesoro escondido en un campo. Un hombre encuentra el tesoro, y vuelve a esconderlo allí mismo; lleno de alegría, va, vende todo lo que posee y compra aquel campo.
45 “También se puede comparar el reino de los cielos a un comerciante que anda buscando perlas finas;
46 cuando encuentra una de gran valor, va, vende todo lo que posee y compra la perla.
47 “Puede compararse también el reino de los cielos a una red echada al mar, que recoge toda clase de peces.
48 Cuando la red está llena, los pescadores la arrastran a la orilla y se sientan a escoger los peces: ponen los buenos en canastas y tiran los malos.
49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles a separar a los malos de los buenos,