19 Mandó entonces a la multitud que se recostara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos peces y, mirando al cielo, dio gracias a Dios, partió los panes, se los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente.
20 Todos comieron hasta quedar satisfechos, y todavía llenaron doce canastas con los trozos sobrantes.
21 Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
22 Después de esto, Jesús hizo subir a sus discípulos a la barca, para que llegasen antes que él a la otra orilla del lago, mientras él despedía a la gente.
23 Cuando ya la hubo despedido, subió Jesús al monte para orar a solas, y al llegar la noche aún seguía allí él solo.
24 Entre tanto, la barca se había alejado mucho de tierra firme y era azotada por las olas, porque tenía el viento en contra.
25 De madrugada, Jesús fue hacia ellos andando sobre el agua.