5 Y dijo: ‘Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, y los dos serán como una sola persona.’
6 Así que ya no son dos, sino uno solo. Por lo tanto, no separe el hombre lo que Dios ha unido.
7 Ellos le preguntaron:–¿Por qué, pues, mandó Moisés entregar a la esposa un certificado de separación cuando se la despide?
8 Jesús les dijo:–Precisamente por lo tercos que sois os permitió Moisés separaros de vuestras esposas; pero al principio no fue así.
9 Yo os digo que el que se separa de su esposa, a no ser por motivo de inmoralidad sexual, y se casa con otra, comete adulterio.
10 Le dijeron sus discípulos:–Si esta es la situación del hombre respecto de su mujer, más vale no casarse.
11 Jesús les contestó:–No todos pueden comprender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios ha dado que lo comprendan.