8 “Pero vosotros no os hagáis llamar maestros por la gente, porque todos sois hermanos y uno solo es vuestro Maestro.
9 Y no llaméis padre a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el que está en el cielo.
10 Ni os hagáis llamar jefes, porque vuestro único Jefe es Cristo.
11 El más grande entre vosotros debe servir a los demás.
12 Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.
13 “¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cerráis a todos la puerta del reino de los cielos. Ni vosotros entráis ni dejáis entrar a los que quisieran hacerlo.