12 Pero él les contestó: ‘Os aseguro que no sé quiénes sois.’
13 “Permaneced despiertos –añadió Jesús–, porque no sabéis el día ni la hora.
14 “El reino de los cielos es como un hombre que, a punto de viajar a otro país, llamó a sus criados y los dejó al cargo de sus negocios.
15 A uno le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada cual conforme a su capacidad. Luego emprendió el viaje.
16 El criado que recibió las cinco mil monedas negoció con el dinero y ganó otras cinco mil.
17 Del mismo modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil.
18 Pero el que recibió mil, fue y escondió el dinero de su señor en un hoyo que cavó en la tierra.