25 “Si alguien quiere llevarte a juicio, procura ponerte de acuerdo con él mientras aún estés a tiempo, para que no te entregue al juez; porque si no, el juez te entregará a los guardias y te meterán en la cárcel.
26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último céntimo.
27 “Habéis oído que antes se dijo: ‘No cometas adulterio.’
28 Pero yo os digo que cualquiera que mira con codicia a una mujer ya cometió adulterio con ella en su corazón.
29 “Por tanto, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácalo y échalo lejos de ti; mejor es que pierdas una sola parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
30 Y si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtala y échala lejos de ti; mejor es que pierdas una sola parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
31 “También se dijo: ‘Cualquiera que se separe de su esposa deberá darle un certificado de separación.’