26 los jefes y los ancianos lanzaban ayes de dolor,las muchachas y los jóvenes perdieron su vigor,desapareció la belleza de las mujeres.
27 Los recién casados entonaban lamentaciones,las novias guardaban luto, sentadas en sus alcobas.
28 La tierra entera se conmovióal ver la suerte de sus habitantes;todo el pueblo de Jacob se vio cubierto de deshonra.
29 Dos años más tarde, el rey envió a las ciudades de Judea a un funcionario encargado de cobrar los impuestos, el cual llegó a Jerusalén con un poderoso ejército;
30 con intención de engañar a los habitantes les habló en son de paz, y ellos le creyeron. Pero de repente se lanzó sobre la ciudad, descargó sobre ella un terrible golpe, matando a muchos israelitas,
31 y después de saquearla la incendió y destruyó las casas y la muralla que la rodeaba.
32 Sus hombres se llevaron cautivos a las mujeres y a los niños, y se apoderaron del ganado.