37 Derramaron sangre inocentealrededor del santuario, y lo profanaron.
38 Por temor a ellos huyeron los habitantes de Jerusalén;la ciudad se convirtió en residencia de extranjeros,sus propios hijos llegaron a ser extraños en ellay tuvieron que abandonarla.
39 El templo quedó en ruinas y desierto,las fiestas se volvieron días de tristeza,los sábados fueron causa de vergüenza,y el honor de la ciudad se convirtió en ignominia.
40 Como fue de grande su gloria,así de grande fue su humillación.Su altivez quedó convertida en tristeza.
41 El rey publicó entonces en todo su reino un decreto que ordenaba a todos formar un solo pueblo,
42 abandonando cada uno sus costumbres propias. Todas las otras naciones obedecieron la orden del rey,
43 y aun muchos israelitas aceptaron la religión del rey, ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado.