46 el santuario y todo lo que era sagrado;
47 que mandaban construir altares, templos y capillas para el culto idolátrico, así como sacrificar cerdos y otros animales impuros,
48 dejar sin circuncidar a los niños y mancharse con toda clase de cosas impuras y profanas,
49 olvidando la ley y cambiando todos los mandamientos.
50 Aquel que no obedeciera las órdenes del rey, sería condenado a muerte.
51 Esta orden fue enviada por escrito a todo su reino; además, el rey nombró inspectores para todo el pueblo, y dio orden de que en cada una de las ciudades de Judea se ofrecieran sacrificios.
52 Muchos judíos, traicionando la ley, acudieron a cumplir estas órdenes; con su perversa manera de proceder