48 Incendiaron y saquearon la ciudad, y así salvaron al rey.
49 Cuando los habitantes de la ciudad se dieron cuenta de que los judíos se habían adueñado por completo de ella, se acobardaron, y a gritos le suplicaron al rey:
50 «¡Hagamos las paces! ¡Que dejen los judíos de luchar contra nosotros y contra la ciudad!»
51 Entonces entregaron sus armas e hicieron las paces. Los judíos quedaron muy bien acreditados ante el rey, se hicieron famosos en el reino y regresaron a Jerusalén cargados de botín.
52 Pero cuando el rey Demetrio se afianzó en su trono y el país quedó apaciguado bajo su dominio,
53 faltó a todas las promesas que había hecho, rompió su amistad con Jonatán y, en vez de recompensarlo por los servicios que le había prestado, le causó innumerables molestias.
54 Después de esto, regresó Trifón en compañía de Antíoco, que era apenas un niño. Antíoco fue coronado rey,