5 Ahora, ni pensar que yo quiera salvar mi vida en un momento de peligro: ¡no valgo más que mis hermanos!
6 Al contrario, lucharé por mi pueblo, por el templo y por las mujeres e hijos de ustedes, pues todos los paganos se han reunido para exterminarnos.»
7 Al oír estas palabras, el pueblo se llenó de entusiasmo,
8 y todos gritaron: «¡Tú eres nuestro jefe, en reemplazo de tus hermanos Judas y Jonatán!
9 ¡Guíanos en nuestras batallas, y nosotros haremos todo lo que nos ordenes!»
10 Entonces Simón reunió a todos los aptos para la guerra, y se dio prisa en terminar las murallas de Jerusalén y la fortificó alrededor.
11 Envió a la ciudad de Jope a Jonatán, hijo de Absalón, con un ejército suficiente, y expulsó a los que vivían en la ciudad y se estableció en ella.