47 Ese día ayunaron, se pusieron ropas ásperas, se cubrieron de ceniza la cabeza y se rasgaron la ropa.
48 Abrieron el libro de la ley para buscar en él las orientaciones que los paganos piden a sus ídolos.
49 También trajeron las vestiduras sacerdotales, los primeros frutos y los diezmos; hicieron venir a unos nazareos que ya habían terminado el tiempo de su promesa,
50 y clamaron a Dios: «¿Qué vamos a hacer con estos hombres? ¿A dónde los llevaremos?
51 Tu templo ha sido pisoteado y profanado; tus sacerdotes están de luto y humillados.
52 Mira cómo se han reunido los paganos para exterminarnos. Tú conoces los planes que tienen contra nosotros.
53 ¿Cómo podremos hacerles frente, si tú no nos ayudas?»