35 Lleno de furia, juró: «Si Judas y su ejército no se me entregan inmediatamente, una vez terminada la guerra volveré e incendiaré este templo.» Y se fue furioso.
36 Los sacerdotes entraron en el templo y se colocaron frente al altar de los holocaustos y del santuario, y exclamaron llorando:
37 «Tú escogiste este templo para que llevara tu nombre y para que fuera un lugar de oración para tu pueblo.
38 Castiga a ese hombre y a su ejército como se lo merecen; ¡que caigan a filo de espada! ¡Acuérdate de las injurias que te han hecho, y no les des tregua!»
39 Nicanor salió de Jerusalén y acampó en Bet-horón, donde se le juntó un ejército de Siria.
40 Judas, por su parte, acampó en Hadasá con tres mil hombres. Entonces hizo esta oración:
41 «Cuando en otra ocasión los enviados del rey de Asiria te injuriaron, vino tu ángel y mató a ciento ochenta y cinco mil de ellos.