20 También estaba el Señor muy enojado contra Aarón, y quería destruirlo, pero yo intervine en favor de él;
21 luego agarré el becerro que ustedes se habían hecho y con el cual pecaron, y lo arrojé al fuego, y después de molerlo hasta convertirlo en polvo, lo eché al arroyo que baja del monte.
22 »También en Taberá, en Masá y en Quibrot-hataavá, provocaron ustedes la ira del Señor.
23 Y cuando el Señor les ordenó partir de Cadés-barnea para ir a tomar posesión del país que él les había dado, también se opusieron a su mandato y no tuvieron fe en él ni quisieron obedecerlo.
24 ¡Desde que yo los conozco, ustedes han sido rebeldes al Señor!
25 Como el Señor había amenazado con destruirlos, yo me quedé arrodillado delante del Señor durante cuarenta días y cuarenta noches,
26 y con ruegos le dije: “Señor, no destruyas a este pueblo, que es tuyo, que tú liberaste con tu grandeza y sacaste de Egipto con gran poder.